Pretendo con esta bitácora presentar mis reflexiones sobre la situación presente y la posibilidad de seguir pensando en otro mundo posible, mejor para todos, especialmente para los que peor viven. A pesar de los vientos que soplan. O mejor: si somos capaces de hacerlo, aprovechando la fuerza del viento contrario.

martes, 9 de diciembre de 2014

Sí se puede... aunque no quieran II.



     Pero harán todo lo posible para que acabe siendo un fracaso.
     Lo pensaba el sábado, viendo La Sexta Noche. El ambiente había cambiado.
     Hasta ahora, se permitía un cierto contraste de pareceres sin que la dirección del programa tomara aparentemente partido. Pero el último programa, en el que se dedicó a PODEMOS mucho más espacio que en otras ocasiones, parecía estar dirigido a desprestigiar a PODEMOS, siguiendo el camino marcado por Ana Pastor el pasado domingo en “El Objetivo” (curioso que este domingo la presentadora ha tratado con mucha más delicadeza a Toni Cantó, al que ha dejado expresarse con toda la libertad y la extensión que ha querido).
 
     Me propongo, en un par de entradas, responder a algunas de las acusaciones que se hicieron en el largo programa y que se van a ir repitiendo, al menos, hasta las próximas elecciones.
 
3. E.T.A.
 
     La entradilla de esta serie de artículos se refiere al programa “La Sexta Noche” de 20 de noviembre y hace referencia también a los de “El Objetivo” de 14 y 21 del mismo mes y en especial a las intervenciones del “periodista” de El Mundo E. Inda y algún otro tertuliano de la derecha.
     Pero después de esos programas hemos podido asistir llenos de estupor a otros dos hechos más que no puedo pasar por alto: la injustificable e intolerable salida de tiesto de Sergio Martín, director de la cadena pública de televisión “24 horas” y, para colmar definitivamente el vaso, la indigna portada de ABC de hoy, lunes 8 de diciembre.
Les gusta hablar de Podemos
     Como parece que otro tipo de argumentos no están dando resultado para desprestigiar a la organización política del momento, PODEMOS, se busca establecer una relación de la misma con ETA.
     En realidad, los medios de comunicación y los periodistas citados, no realizan otra tarea que la de hacer los coros de eminentes solistas del gobierno y el PP, entre los que cabría destacar a la lideresa del PP E. Aguirre.

 
Con el diccionario de la Real Academia
     Uno de los argumentos esgrimidos por uno de los tertulianos más agresivos es que Pablo Iglesias ha participado en algunos actos junto a miembros de partidos cercanos, dicen, al entorno de ETA y a unas declaraciones en las que éste afirmó que el fenómeno de ETA tiene una explicación política.
     La fuerza de su argumentación reside en confundir “explicación” con “justificación”.
Veamos lo que dice el diccionario de la Real Academia Española:
     Explicación:    
                1.  f. Declaración o exposición de cualquier materia, doctrina o texto con palabras claras o ejemplos, para que se haga más perceptible. 
               2.   f. Satisfacción que se da a una persona o colectividad declarando que las palabras o actos que puede tomar a ofensa carecieron de intención de agravio. U. m. en pl.
3.   f. Manifestación o revelación de la causa o motivo de algo.

     En el contexto en que se pronunciaron las palabras aludidas, la acepción que habría que tener en cuenta es, con toda claridad, la tercera; el periodista en cuestión lo que pretende una y otra vez -porque este falso argumento lo repite cada vez que se le presenta la ocasión- es que creamos que cuando Pablo Iglesias dice “explicación” está diciendo “justificación” que, en el diccionario de la RAE en su cuarta acepción, se define de esta manera: «4. f. Probanza que se hace de la inocencia o bondad de una persona, de un acto o de una cosa.»
     La conclusión a la que quiere que lleguen los que lo escuchan es esta: cuando Pablo Iglesias dice que el fenómeno de ETA tiene una explicación política lo que está diciendo es que sus acciones criminales están justificadas. Y dado que un periodista es un profesional que maneja el lenguaje como herramienta principal de su profesión y que la exigencia ética fundamental de esta actividad es el respeto a la verdad, podemos y debemos concluir que este tal periodista no honra a su profesión: o bien porque es un ignorante que no conoce el lenguaje, o bien, lo que sería peor, porque usa mal el lenguaje para manipular la verdad.
 
Ni siquiera buena educación
     No sé si merece demasiado espacio el director de la cadena 24horas de Televisión española, la cadena pública que se financia con el dinero de todos. Creo que es suficiente con la reacción que dentro de la misma Televisión Española ha provocado esta salida de tiesto de un “profesional” de la información que no ha dudado en insultar a su invitado, en un ejercicio ejemplar de mala educación: En TVE piden el cese fulminante de Sergio Martín por su 'lamentable' entrevista a Pablo Iglesias.
 
Auténtica, pero falsa
     La gota que ha colmado el vaso, por el momento, ha sido la portada de ABC de hoy, 8 de diciembre de 2014: Podemos, según dicha portada, será la llave que abra las puertas de la cárcel a los presos de ETA.
     He tenido el osado atrevimiento de leerme el artículo en el que se desarrolla esta [des]información. No hay ninguna prueba de lo que se afirma. No se cita por su nombre a ningún testigo, no hay posibilidad alguna de contrastar esa mal llamada información.
     En el editorial parece dar por supuesto que su información está probada . Ya el título revela esta convicción: AMAIUR Y PODEMOS, PELIGROSA ALIANZA1; y, de pasada, introduce indirectamente -si lo hiciera directa mente se le podría denunciar por imputar falsamente un delito- una acusación muy grave. Después de haber dicho que “Hace ya tiempo que se conocen declaraciones de apoyo y comprensión al entorno proetarra por parte de Juan Carlos Monedero y del propio Iglesias.”, unas líneas después se puede leer: “ETA ha causado un daño irreparable. La «comprensión» hacia sus fines y sus medios resulta inaceptable para una inmensa mayoría social”. De nuevo la ceremonia de la confusión en marcha y, ahora, por partida doble. En primer lugar siguiendo el ejemplo del periodista antes citado, se presentan como sinónimos “comprender” y “justificar”, comprender  y “apoyar”. Pero, además, el “entorno proetarra” se sustituye ahora por ETA, sin más,  y el editorialista insinúa que la “comprensión” se extiende incluso a los medios, es decir, a la violencia, al asesinato. Deleznable.
     Y toda esta infamia sin base probatoria alguna.
     Porque en el artículo en el que se desarrolla la información no se aporta prueba alguna de lo que en ella se dice: “Un amplio sector de los presos de ETA..”, “Muchos de ellos...”, “un representante del colectivo de presos...”, “algunos presos...”, “otros...”, “un pistolero «liberado» de última generación...” (¡¡¡!!!), “los presos de ETA...”, “Las fuentes consultadas...” y “Uno de los últimos «almacenistas» de ETA (¡¡¡!!!)... Estas son las fuentes, todas testigos anónimos, en las que se apoya la información. No hay ni un sólo dato que permita contrastarla, someterla a verificación. Y bastará con decir que sus fuentes son secretas y que, por supuesto, no las van a descubrir para que tengamos que aceptar como un acto de fe ciega las [des]informaciones que nos quieran ofrecer.  Magnífica muestra de periodismo bananero.
¿Auténtica o apócrifa?
¿Verdadera o falsa?
 







                               ¿Cuál de las dos es auténtica? ¿Y cuál dice la verdad?

Tirando de hemeroteca
     De este periódico no se podría esperar mucho más. Siempre ha defendido los intereses de los de arriba. Basta entrar en su hemeroteca para comprobar la “muy democrática” trayectoria del mismo con perlas tales como la felicitación a Hitler en su 50 cumpleaños, por lo que el periódico se siente muy honrado [ver aquí] o la alegría con que da cuenta del golpe de estado y el asesinato de Salvador Allende [ver aquí], aunque, según el diario, “Parece que Allende se suicidó” y “No cabe, en efecto, la fácil acusación de golpismo lanzada a los militares chilenos.” (Tal vez a los aviones del ejército chileno se les desprendieron por accidente las bombas al pasar sobre el palacio de La Moneda).  [ver las páginas 21 y 22 del ABC del 20 de septiembre de 1973]. Es verdad que estas fechas quedan muy lejos y que la postura del periódico podría ser explicable, o comprensible por el contexto político de la época. Por eso me quiero acercar un poco más: 4 de noviembre de 1998, hace sólo 16 años [Ver aquí].
     En esa fecha ya sabían en ABC que la dictadura de Pinochet había sido “un ejercicio brutal del poder” que había  amparado “crímenes masivos” que “no pueden quedar impunes”. Pero en la misma página en la que aplaudían la decisión del juez Garzón por haber solicitado la extradición de Pinochet [“En manos de la ley” Ver aquí] se mostraban entusiasmados por la decisión del presidente Aznar que había decidido autorizar contactos con ETA, a quien el presidente llama Movimiento vasco de liberación [Ver aquí]. En un editorial titulado “Horizonte de esperanza”, [Ver aquí] el periódico -que usa también las siglas MLNV para referirse a ETA y a su entorno-, alaba la decisión  política de iniciar conversaciones directas entre el gobierno y ETA2. No voy a hacer un análisis exhaustivo del editorial. Sólo citaré un párrafo que me parece muy significativo: “Creemos que la metodología adoptada es la única capaz de alcanzar resultados. Sin mediadores melifluos, instalados en una equidistancia inadmisible, ni interferencias de los partidos que pretendieran sacar réditos de su intermediación. Sólo el Gobierno de la nación tiene en sus manos la única contrapartida a la que la banda puede aspirar: la indulgencia.” (El subrayado es mío). No se habían cumplido todavía ni cinco meses después del último asesinato de ETA, ni dos siquiera desde la declaración de la tregua. Pero ABC abría gozoso la puerta a la indulgencia del gobierno para con los etarras.
     Pero ABC, cuando hace más de cinco años que ETA no mata en España y más de cuatro que no mata (el último atentado fue en Francia, el 16 de marzo de 2010) sigue usando el rechazo que a cualquier persona de bien le produce el uso de la violencia en el ámbito político; y sigue usando a ETA para desprestigiar a una fuerza emergente que no amenaza la vida de nadie pero que sí puede poner en peligro la gran vida de la casta cuyos intereses parece defender este periódico.
     Con Podemos y con sus dirigentes se puede estar de acuerdo o no, se pueden discutir sus propuestas, se puede  combatir democráticamente su intención de alcanzar el poder y de cambiar la sociedad española. Toso eso es legítimo. Pero con argumentos. Con la verdad por delante. Sin complejos..., pero sin trampas.
     Y estoy de acuerdo con Pablo Iglesias: no se puede usar el dolor de la víctimas de la violencia terrorista para desprestigiar al adversario político. No, de ninguna manera.




1. Es curioso que, en la web han modificado el título del editorial de la edición en papel por este otro “BILDU Y PODEMOS, PELIGROSA ALIANZA” [Ver aquí]. Les resultará que Bildu provoca más miedo que Amaiur.
2. En realidad El gobierno de Aznar ya venía poniendo en práctica una política que trataba de favorecer la solución política del conflicto, acercando a unos presos etarras y concediendo el tercer grado penitenciario a otros, incluso cuando aún la banda asesinaba y secuestraba, antes de la tregua declarada el 16 se septiembre de 1998. [Ver aquí]. La posición que adoptó El Mundo es también muy significativa. Aquí se pueden ver el titular de portada y el comentario editorial ante la decisión de Aznar de dialogar con ETA.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Sí se puede... aunque no quieran I.


Portada de la revista "El Jueves" 4-10/06/2014
       Pero harán todo lo posible para que acabe siendo un fracaso.
       Lo pensaba el sábado, viendo La Sexta Noche. El ambiente había cambiado.
   Hasta ahora, se permitía un cierto contraste de pareceres sin que la dirección del programa tomara aparentemente partido. Pero el último programa, en el que se dedicó a PODEMOS mucho más espacio que en otras ocasiones, parecía estar dirigido a desprestigiar a PODEMOS, siguiendo el camino marcado por Ana Pastor el pasado domingo en "El Objetivo" (curioso que este domingo la presentadora ha tratado con mucha más delicadeza a Toni Cantó, al que ha dejado expresarse con toda la libertad y respondiendo con la extensión que él ha querido).
       Me propongo en un par de entradas responder a algunas de las acusaciones que se hicieron en el largo programa y que se van a ir repitiendo, al menos, hasta las próximas elecciones.

1. Venezuela.

       Es curioso que, cuando se presenta una nueva organización para cambiar las cosas en España, ciertos personajes se empeñan en hablar de lo que sucede a miles que kilómetros de esta tierra. Pero no me importa, si quieren, que hablemos de Venezuela.
       A mí no me gusta que los militares gobiernen ni que los gobernantes se envuelvan (real o metafóricamente) en la bandera nacional. Menos aún me gusta -y me confieso creyente- que se apoyen en las creencias religiosas de la ciudadanía para concitar consensos o apoyos políticos. Y, ciertamente, el nivel de violencia de Venezuela revela que algo está fallando allí.
       Creo, sin embargo, que hay un dato que es indiscutible: Los gobiernos bolivarianos han llegado al poder por medios democráticos, mediante elecciones libres, avaladas por observadores internacionales, como la fundación Carter.
      Los hechos no
se pueden discutir. Y estos hablan de una economía puesta al servicio del pueblo, de una gestión de los recursos naturales, especialmente del petróleo, dirigida a salvaguardar la soberanía de la nación y a emplear los beneficios que reportan esos recursos en favor de la ciudadanía, especialmente de los que hasta la llegada al poder de Hugo Chávez nada, absolutamente nada tenían. Baste como ejemplo la inversión realizada en educación, con la creación centenares de miles de puestos escolares (con puesto de comedor incluido).
     Y los que tanto defienden nuestra constitución, deberían leerse la de Venezuela y conocer los mecanismos de control del poder que incluye (como por ejemplo la posibilidad de convocar referendos revocatorios, que ya se pusieron en práctica contra Chaves, pero que éste ganó en las urnas).  Y en esos valores verdaderamente democráticos de esa constitución seguro que resuenan los consejos de los asesores españoles, que no fueron sólo Iglesias y Monedero.
       Decía uno de los periodistas más agresivos que en Venezuela la gente no puede comprar pasta de los dientes o papel higiénico porque no se encuentra en los supermercados. Claro. Es mejor hablar de eso que de lo que pasa en España: que centenares de miles de familias españolas no pueden comprar en los supermercados, aunque están repletos de artículos, porque la política que nuestro gobierno, vasallo de la troika, ha puesto en práctica los ha dejado en la miseria.

2. Libertad de prensa.

       Terminaba el mes de enero y Pedro J. Ramírez anunciaba que dejaba la dirección del periódico. ¿La causa? Unos meses antes El Confidencial Digital había publicado esta noticia: «El Gobierno maniobra para ‘cargarse’ a Pedro J. Ramírez, domesticar a la Sexta y mantener neutralizado El País. En el acuerdo con la empresa, además de una sustanciosa indemnización económica, se convenía que Pedro J. permanecería unido al medio mediante la publicación periódica de una columna.  Sin embargo, hace unas semanas Pedro J. era despedido definitivamente. Había escrito un durísimo artículo contra el actual director y éste había amenazado a la propiedad del periódico con dimitir si Pedro J. Ramírez continuaba publicando en el mismo.
       Hace unos días, eldiario.es publicó una entrevista con Stephen Wechsler, militante del Partido Comunista de EEUU, quien, en los comienzos de la década de los 50 del pasado siglo, decidió desertar del ejército estadounidense, cambió su nombre por el de Victor Grossman, y se refugió en la República Democrática Alemana. En en esa entrevista (http://www.eldiario.es/internacional/RDA-mentalidad-asediada-dificil-torres_0_320568283.html) Stephen Wechsler hace una descripción de los cambios que se producen con la caída de muro de Berlin y la unificación de Alemania. Y sobre la libertad de expresión dice algo que me resultó muy significativo: «En Alemania oriental los trabajadores decían que no podías decir nada contra Erich Honecker en tu puesto de trabajo, pero podías decirle todo lo que querías a tu jefe. Ahora lo que ocurre es lo contrario.» En el periódico en el que trabaja uno de los periodistas más agresivos contra PODEMOS sufren las dos limitaciones y Pedro J. ha sufrido las consecuencias de ambas: criticó al gobierno y perdió la dirección del periódico; criticó a su jefe -su director- y dejaron de publicar su columna.
       Cuando PODEMOS dice que se debe controlar a los medios de comunicación no es para eliminar la libertad de los periodistas, sino para garantizarla frente al poder del estado, sin duda, pero también frente al poder financiero que también constituye una seria amenaza; lo que PODEMOS pretende es que lo sucedido con Pedro J. -quien, por otro lado, no es santo de mi devoción- no vuelva a suceder. Claro que esto no conviene ni a los dueños de los medios (a algunos, por lo menos) ni a los periodistas que se identifican con aquel viejo sello discográfico "La voz de su amo".



Seguiremos (Eta, vivienda, programa...).

martes, 8 de abril de 2014

¿Quién teme a la utopía?






            El domingo, día 6 de abril, desde las 8 y durante gran parte de la mañana, la corrala “La Utopía” fue desalojada. Las veintidós familias que desde hace unos dos años malvivían allí (sin agua y sin conexión a la red eléctrica) han quedado en la calle.


            Cuando, al inicio, eligieron el nombre “Corrala de Vecinas La Utopía” tal vez no esperasen que su acción se convirtiera en Sevilla en un símbolo de lucha por el derecho a la vivienda.
            Utopía: no lugar, lo que no existe en ningún lugar, lo que aún no se ha realizado, pero que se piensa, se desea y se busca como posible[1]. Y eso que se desea y se busca es un mundo justo, libre y fraterno.
            Utopía: Lo que los defensores de la situación presente prefieren definir como lo irrealizable.
            La meta de la buena gente de la corrala no era tan ambiciosa como lo que describe Tomás Moro en su obra[2]. La utopía que perseguían estas familias era -y sigue siendo- esta: que se cumpliera el artículo 47 de la Constitución Española actualmente vigente que reconoce el derecho a una vivienda digna; que se cumpliera el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que recoge ese mismo derecho, del artículo 9 del estatuto de Autonomía de Andalucía en el que se recoge que, «Todas las personas en Andalucía gozan como mínimo de los derechos reconocidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos», (Todas las personas... como mínimo...) Y del artículo 25 de ese mismo estatuto.
            En una palabra: sólo pretendían que se cumpliera la normativa más importante que gobierna la vida de las naciones democráticas, del Estado Español y de la Comunidad Autónoma de Andalucía.


           La situación en el momento de iniciar el desalojo parecía abocada a una próxima solución que, según declaraciones de altos cargos de la Junta de Andalucía y del Defensor del pueblo Andaluz, podría haberse alcanzado el mismo lunes; alguien, sin embargo, no estaba dispuesto a que esta se lograse. ¿Por qué?
            Toda utopía, por definición, supone una crítica a la situación presente: si se busca un orden nuevo, es porque el presente no responde, no da satisfacción  a las necesidades y expectativas de la gente. Por eso la utopía es peligrosa. Para algunos muy peligrosa. Y por eso insisten en que utopía es sinónimo de irrealizable. Porque quieren que sea irrealizable.
            Un mundo justo, un mundo en el que todos podamos vivir con dignidad, un mundo gobernado por los principios de justicia, libertad, igualdad y fraternidad, un orden en el que se realice y consolide, de verdad, lo proclamado en la Declaración de los derechos Humanos tiene que ser, para ellos, irrealizable. Porque a medida que se vaya realizando, su mundo -este mundo en el que unos pocos viven a cuerpo de rey mientras la mayoría malvive o simplemente sobrevive a duras penas- se irá derrumbando. Porque ese otro mundo, que muchos consideremos posible y necesario, supone el fin de sus privilegios.
            De este modo, frente a la utopía irrealizable de la Declaración de los Derechos Humanos y la normas -también utópicas que los recogen, la constitución y el estatuto de Andalucía- hacen prevalecer sus leyes -estas sí, perfectamente aplicables-, que consagran el derecho del dinero por encima de los derechos de las personas.

            La corrala, en Sevilla, había elegido ese nombre “Utopía”. Y para muchos, también de otros lugares, se había convertido en un signo de esperanza de que la utopía, cualquier utopía, no está pero puede llegar a estar realizada.
            No lo podían permitir. Había que matar esa esperanza. Que una lucha llevada a cabo durante dos años  pacíficamente, por métodos no violentos, triunfase... no se podía tolerar. Porque otros podrían pensar que sus utopías dejaban de ser irrealizables. Es hermoso y bello proclamar la utopía, dicen, pero, al mismo tiempo, nos quieren convencer de que es de ilusos pretender alcanzarla.

 
           La solución estaba cerca. El conflicto de intereses iba a resolverse satisfactoriamente. Pero alguien sentía un miedo insuperable a la utopía. Y destruyeron la corrala La Utopía. Les faltó tiempo para exigir o para ordenar el tapiado de las puertas y para destruir y borrar hasta el último vestigio de utopía. Quizá creyeron que así vencerían su miedo.


            En estas circunstancias me vienen a la memoria algunos fragmentos de poemas de un obispo -español, catalán de origen, pero brasileño por su vida y su trabajo-, Pedro Casaldáliga:

           
            ¡Malditas sean
                todas las cercas!
                Malditas todas las
                propiedades privadas
                que nos privan
                de vivir y de amar!
                ¡Malditas sean todas las leyes,
                amañadas por unas pocas manos
                para amparar cercas y bueyes
                y hacer la Tierra esclava
                y esclavos los humanos!
               
                ¡Otra es la tierra nuestra, hombres, todos!
                ¡La humana tierra libre, hermanos![3]

Y en otro lugar:
            Y llamo al orden de mal,
                y al progreso de mentira.
                Tengo menos paz que ira.
                Tengo más amor que paz.[4]

            Un abrazo grande a La Corrala La Utopía, a sus gentes, a sus derechos y a su esperanza.., a su utopía.

            P.D.
            Una pregunta al hilo de lo anterior: ¿Se habrían dedicado tantos esfuerzos para cerrar La Utopía si el edificio hubiera estado enclavado en alguno de los “contenedores de pobres”[5] que circundan Sevilla?


[1]Así termina “Utopía” de Tomás Moro: «...confesaré con sinceridad que en la república de Utopía hay muchas cosas que deseo, más que confío, ver en nuestras ciudades.»
[2] «Las edificios son semejantes y muy bien cuidados, sobre todo en las fachadas. Las calles tienen veinte metros de ancho, y todas las casas están rodeadas de jardín. Las casas tienen una puerta principal y una puerta falsa, con cerraduras muy sencillas, que todos pueden abrir fácilmente, de manera que cualquiera puede entrar y salir por ellas, ya que nadie posee nada en particular. Cada diez años todos cambian de domicilio por sorteo, y todos sienten emulación por dejar la casa lo más arreglada posible». Tomás Moro, Utopía, Segunda pate, cap. II
[3]Pedro Casaldáliga, “Tierra nuestra, libertad”, en Cantares de entera libertad, Managua 1984, pag. 15-16
[4]Ibid., “Canción de la hoz y el haz”, o.c., pág. 21-22
[5] La expresión “contenedores de pobres” no es mía; la escuché hace unos días en la presentación de un muy interesante libro: Francisco José Torres Gutiérrez, Segregación Urbana y exclusión social en Sevilla. El paradigma del Polígono Sur, Sevilla, 2013. Se trata de la tesis doctoral del autor, editada por la Universidad de Sevilla.