Expolio
Después de comprometer su palabra en el sentido de no “
meter
la tijera” en pensiones públicas, Sanidad y Educación porque
«Ahí hay que respetar los derechos de los ciudadanos»,
en un
incumplimiento más de lo prometido en la larga campaña electoral en
la que el PP acusó al gobierno de Rodríguez Zapatero de ser el
origen de todos los males, después de anunciar un presupuesto en el
que se impone un recorte de 27.000 millones de euros, después de
algunas declaraciones contradictorias entre diversos dirigentes del
gobierno y del PP, en una simple
nota de prensa se anuncia un nuevo recorte de 10.000 millones de
euros en Sanidad y Educación.
Mentira. Eso es lo primero que me sugiere esta noticia.
Mentirosos: los que prometieron hacer una cosa y hacen
exactamente lo contrario.
Pero la mentira parece ser un ingrediente absolutamente
imprescindible en política; al menos en la política que sufrimos en
España y en Europa desde hace ya mucho tiempo.
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Noche de
luna negra (detalle)
Carl Hofer, 1944
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Pero decir “mentira” es decir muy poco.
El mismo Presidente de Gobierno, cuando sólo era aspirante a
serlo,
dejó claro que Sanidad y Educación son derechos de los
ciudadanos y que los derechos no se tocan. Él lo dijo; y él mismo se
desdice. ¿Se ha encontrado con circunstancias tan extraordinarias
que le obligan a hacer lo contrario de lo que prometió?
Si es así que explique esas circunstancias y, después, que nos
pregunte a los ciudadanos si estamos dispuestos a que se nos
arrebaten nuestros derechos; yo, que no lo voté, acataré la decisión
de la mayoría; pero si la decisión es contraria a las pretensiones
del gobierno, que se vaya, que se vayan.
No será así. El gobierno no respeta al pueblo, no obedece a la
ciudadanía, sino a los malditos mercados. Y esto ya es mucho más
grave. Porque el gobierno que así actúa, aunque haya surgido de unas
elecciones formalmente libres, ha perdido, por ese mismo hecho, la
legitimidad democrática.
Lo que va a hacer el gobierno es expropiar, o más exactamente
expoliar la herencia que hemos recibido de nuestros padres y la que
pretendíamos dejar a nuestros hijos.
El Diccionario de la real Academia española define la
expropiación de este modo: «Privar a una persona de la
titularidad de un bien o de un derecho, dándole a cambio una
indemnización. Se efectúa por motivos de utilidad pública o interés
social previstos en las leyes.»
Pues lo que va a hacer el gobierno es privar a toda la sociedad
española de dos bienes, de dos derechos (insisto, según expresión de
nuestro presidente). Y lo va a hacer sin darle a la sociedad
nada a cambio, sin indemnización alguna. Y lo va a hacer por motivos
de utilidad privada: hoy mismo se ha hecho pública la noticia de que
el gobierno prepara ayudas al sector financiero por un importe
aproximado de 50.000 millones: ¿cabe un cinismo mayor?
Eso tiene un nombre: expolio, despojo, saqueo...
Y los que eso hacen también tienen un nombre.
Lo que no se le puede negar a este gobierno es, en los
poco más de 100 días de ejercicio del poder, coherencia. Las medidas que han ido
tomando tienen una lógica aplastante: primero, con la reforma laboral,
legalizaron la esclavitud (no es una broma; al trabajo sin derechos no se le
puede llamar de otro modo más que esclavitud); y ahora ¿para qué quieren los
esclavos la educación? ¿Y a quién le importa la salud de los esclavos?