Pretendo con esta bitácora presentar mis reflexiones sobre la situación presente y la posibilidad de seguir pensando en otro mundo posible, mejor para todos, especialmente para los que peor viven. A pesar de los vientos que soplan. O mejor: si somos capaces de hacerlo, aprovechando la fuerza del viento contrario.

martes, 12 de junio de 2012

Y cuando aprendió...

  

Desde que comenzaron los recortes, los ajustes, las [contra]reformas, en una palabra, el ataque sistemático al Estado del bienestar, al Estado social y democrático de Derecho establecido en el artículo 1.1 de la Constitución Española,1 no pasa un día en que no recuerde una historieta que me contaron hace ya muchos, muchos años.
            Un arriero, tratando de aumentar la productividad recortando costes de producción, tuvo una idea que le pareció genial: enseñar a su burro a no comer. De este modo alejaría el peligro de déficit y garantizaría el aumento de beneficios de su empresa; incluso pensó que, invirtiendo después esos beneficios, podría crear empleo y generar riqueza, no sólo para él, sino para la sociedad entera.
            Comunicó su proyecto a su mejor amigo que no pareció demasiado entusiasmado con la idea, aunque respetuoso con las opiniones ajenas, no realizó ninguna crítica, esperando, quizá, que pronto su compadre se daría cuenta de lo disparatado del asunto.

Y cuando aprendió...
            Pasó el tiempo y los dos amigos se volvieron a encontrar.
        - ¿Qué tal resultó tu proyecto? ¿Conseguiste que el burro aprendiera a no comer?
      - Calla -respondió el arriero-, que el muy canalla, cuando ya había aprendido del todo, se murió.

            Si no nos empeñamos en ver un paralelismo estricto en cada uno de los elementos de la historieta, -a nadie, a mí tampoco, le gusta que lo comparen con un jumento- nos servirá para entender lo que nuestros “dirigentes”, dirigidos a su vez por los “mercados”, quieren hacer con nosotros: enseñarnos a no vivir. A ellos les basta con que sobrevivamos. Les resulta más barato. Los recursos necesarios para garantizar a todos una vida digna se podrán de este modo ahorrar y pasarán a engrosar sus cuentas de beneficios.
            Por eso nos están recortando todo lo que ellos pueden recortar de lo que da dignidad a la vida: el salario, la seguridad en el puesto de trabajo, la sanidad pública, la educación, la atención a quienes se encuentran en situación de dependencia...,


            Está claro que comparten el punto de vista de David Ricardo, que consideraba que los trabajadores deberían recibir un salario tal que garantizara la supervivencia de la raza de los trabajadores sin que su número aumentara o disminuyera. Claro, los trabajadores son una raza necesaria para que algunos vivan y se enriquezcan a su costa; pero es peligroso que aumenten demasiado, que se hagan fuertes... o que con el estómago en paz les de por pensar.
            Las últimas noticias sobre el rescate que está prohibido llamar rescate, las amenazas de determinados progres (http://t.co/Y16wAd8F) contra los ciudadanos griegos a los que se les advierte de que se morirán de hambre, o casi, si votan a la izquierda, las recomendaciones de subir los impuestos indirectos -los menos justos- y a atrasar más la edad de la jubilación.. no son sino lecciones teóricas de ese curso del que cada día ponen en práctica una nueva lección.
            Pero a la gente normal, no nos gusta aprender a no comer, no nos seduce que se empeñen en enseñarnos a no vivir.
            El asno de aquel arriero no pudo hacer otra cosa que morirse, cuando le enseñaban a no comer;  pero nosotros tenemos otras posibilidades: informarnos e informar, concienciarnos y concienciar, reaccionar, rebelarnos, actuar... y apoyar a quien reacciona, se rebela y actúa.
            Sin violencia, por supuesto. Sería un error. Sería como jugar en campo contrario. Porque ellos tienen mucha más capacidad de violencia que nosotros. Y si les damos el más mínimo pretexto, la usarán para enseñarnos, de una vez por todas, a no comer.






1. Artículo 1. 1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

4 comentarios:

  1. Muy bueno Rafael, muy bueno. Kant ya hablaba de la insociable sociabilidad del ser humano, la teoría marxista ya hablaba de la necesidad del mantenimiento de las infraestructuras y de la importancia de las superestructuras y Hanna Arendt mucho después dijo aquello que la democracia dejaba de serlo cuando la representación real se convertía en una quimera. Pero lo del burro, sin duda me ha parecido una clase de ciencias políticas en toda regla. Un abrazo grande.

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  3. Ricardo es una magnifica referencia, pero en el Primer ensayo sobre la población, el que no está censurado, de R. Malthus la perspectiva está aún más clara.
    Indudablemente ni la señora Merkel ni los Mercados, a quien sirve, comprenden el sentido del concepto tan alemán y tan naci de "Lebensraum", (espacio vital), con el que yo llevo dando tanto la murga ya demasiado tiempo allí donde me llaman.
    No hablaré del Gran Barbudo, sólo H. Ford. "si cada trabajador de Ford se compra un Ford Uno la fábrica será rentable". Seamos liberales sensatos, ya que no nos dejan ser otra cosa.
    Enhorabuena, un abrazo.
    Posdata: Me recuerda al grabado de Goya del asno ilustrado, no he podido pegarlo.

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  4. ¿La tendrán presente?
    http://www.youtube.com/watch?v=MP2kvFbvQuk

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